En sus memorias ‘All that is bitter & sweet’, la actriz confiesa sus vivencias de la infancia así como los excesos de su familia
La actriz estadounidense Ashley Judd reveló haber sido víctima de abuso sexual durante su infancia, así como de un entorno imbuido de mentiras y drogas.
Ello, mediante la publicación este martes en Estados Unidos de sus memorias «All that is bitter & sweet» , de donde son reproducidos algunos fragmentos que abordan dichas vivencias.
Según relató, un hombre mayor al que toda la familia conocía la llevó a la esquina oscura y vacía de una pizzería, y ofrecía darle 25 centavos para jugar a las maquinitas, siempre y cuando se sentara en su regazo.
«Abrió sus brazos, yo me senté sobre él y me sorprendió cuando de repente me abrazó, me empezó a manosear y restregaba su boca con la mía, metiendo su lengua en mi boca» , confesó.
Para su madre Naomi y su hermana Wynonna, la familia era divertida, aunque disfuncional, lo cual no concordaba con la realidad de la actriz de ahora 42 años. La mariguana siempre estuvo presente en su hogar, mientras los sábados por la noche su padre era un habitual consumidor de alucinógenos.
«Yo me preguntaba quién se lo estaba pasando bien. ¿Qué me estaba perdiendo?» , continuó Judd, pues además su madre hizo creer a su padre, Michael Ciminella, que Wynnona era también fruto de su relación, cuando en realidad lo era de otro hombre, Charlie Jordan, quien no quiso saber nada de su hija cuando supo del embarazo.
Sus padres se divorciaron y la cantante se unió a otro hombre, «un abusador adicto por completo a la heroína y con un pasado criminal» , según Judd. «Me enseñaron que ese estilo de vida era el normal y me educaron de forma que no podía cuestionarlo, ni quejarme al respecto»
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